viernes, 13 de mayo de 2011

Muerte en Yarinacocha ( Bufeo Colorado)




http://www.junglelegendperu.com/pucallpa.htm

¿Qué cruza por nuestra mente cuando pensamos en dar un paseo sobre el lago de Yarinacocha?- me pregunté cuando nos dirigíamos con algunos turistas a nuestro lago. Y la respuesta fue: respirar aire puro, ver especies forestales, observar a los escasos pero graciosos bufeos, o alegrarse pensando que aun pueden existir diferentes formas de vida dentro de sus aguas. Sé que ellos se quedarán maravillados, seguí pensando, con una sonrisa en mis labios. Pero, lamentablemente, la realidad fue totalmente contraria.

No se sabe desde cuándo ni cómo, pero el pasado domingo de enero fue uno de los días que conformaron, y conforman, la cadena de horas que la muerte eligió para mostrarse sobre nuestro emblemático lago, aquél que nos da vida. Sólo que en esta ocasión no cubrió con su manto a otros seres humanos, quienes son de algún modo capaces de defenderse. En cambio, su aciago y burlón rostro, como un interminable espectáculo que llena las horas que existen entre amanecidas y puestas de sol, adoptó un rictus de amargura e hinchazón, esta vez en los cuerpos de seres indefensos. En efecto, suavemente mecidos por las olas causadas por los barcos, varias decenas de turushuquis grandes y medianos, flotaban inertes.
Y esto a escasos metros del puerto, donde abunda la presencia de gente.

Fue inevitable entonces no conversar y lamentarse sobre la progresiva ausencia de vida alrededor nuestro, brillando con el sol de la tarde. Para muchos de nosotros, la tristeza se hizo más honda, porque comprendimos que estamos alterando el medio ambiente a una velocidad mucho más rápida de lo que podríamos pensar. Todos sabíamos de antemano que existía algún tipo de contaminación sobre Yarinacocha, y que las especies acuáticas se alejan cada vez más, pero nunca imaginamos que llegaríamos a este extremo: tener que codearnos con la muerte, palpar su aroma y sentir su presencia. Ninguno de los que estuvimos en el barco apreció antes esta realidad sobre nuestras aguas, transformadas totalmente en pocos años. Comenzamos a barajar posibilidades, y nos quedamos con la que nos pareció más lógica: el irresponsable envenenamiento de peces con barbasco u otra sustancia, como supuesta mejor forma de pescarlos. Y en ese momento el motorista nos dio algunos detalles que podrían contribuir para descifrar la verdad: todo indica que esta especie, que habita en los afluentes o ríos cercanos a nuestro lago, fue arrojada allí por alguien que, asustado por la voz de su conciencia, quiso deshacerse de la muestra de su delito. Y esta muerte no sirvió ni siquiera para el provecho de otras especies: como se trata de peces posiblemente envenenados, ninguna garza o ave alguna se atrevió a sobrevolar los cuerpos sin vida.

¿Qué nos está sucediendo? Si el lago es el principal motivo de orgullo de todos los pucallpinos, debemos demostrar que este sentimiento es genuino y comprometernos realmente con su conservación, y el arreglo de su ornato que, dicho sea de paso, muchas veces parece insalubre y caótico, y que lejos de resaltar el atractivo natural, lo torna espantoso y sirve para ahuyentar al turista. Y esto es, en mayor medida, responsabilidad de nuestras autoridades. Las promesas de resguardo de este regalo de la naturaleza no deben quedarse sólo en eso: deben trascender más allá de las palabras, con programas y medidas que sancionen monetariamente a quien destruye nuestro medio ambiente, y con premios para quienes contribuyan a su preservación. Asimismo, parte de esta responsabilidad recae sobre los empresarios cuyos negocios se benefician con nuestro lago. Ellos deben asegurarnos que las aguas no se tornen inhabitables con el arrojo de desechos, y son responsables también de reducir los niveles de contaminación. Su labor, en colaboración con nuestros gobernantes y la sociedad en general, debería centrarse en actividades positivas, las que podrían hacerse incluso en un día conmemorativo para nuestro lago, o en una semana entera en donde se hagan labores a favor de ella, y se promueva la práctica de deportes, concursos gastronómicos y ferias científicas y de reforestación, entre otros. Pero esto no será posible si el nivel del agua desciende cada año. Por ello, para evitar que las lluvias, - en resumidas cuentas, el principal contribuyente de nuestros ríos- sean menos escasas y/o espaciadas, debemos evitar la tala indiscriminada de árboles, y la irresponsable quema de purmas, porque una cuenca sin árboles es una cuenca sin agua. En caso contrario, las otras medidas de preservación servirán de nada.
Ojalá que esta vez lo comprendamos. De no hacerlo así, sólo nos quedará evocar con nostalgia que hace aproximadamente diez años, a diferencia de ahora, existió un lugar donde la vida brotaba a borbotones, para el desconcierto de las generaciones futuras, quienes no podrán entender por qué nos embarga la tristeza al recordar algo que ellos nunca vieron.
Artículo de © Oscar Enrique Barreto Linares.

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What crosses our mind when we think of a ride on Lake Yarinacocha? - I asked when we met up with some tourists to our lake. And the answer was fresh air, see forest species, watching the sparse but graceful dolphins, or even happy thinking that there may be different ways of life within its waters. I know they will be amazed, I kept thinking, with a smile on my lips. But unfortunately, the reality was quite contrary.

It is not known when or how, but last Sunday in January was one of the days that shaped, and shape, the chain of death hours picked for display on our signature lake, one that gives us life. Only this time it covered with his cloak to other humans who are somehow able to defend themselves. Instead, its ominous and mocking face, as an endless spectacle that filled the hours between sunrise and sunset, took a grin of bitterness and swelling, this time in the bodies of helpless. In effect, gently rocked by the waves caused by boats, dozens of large and medium turushuquis floated inert.
And this just a few meters from the harbor, with plenty of presence of people.

It was inevitable then do not talk and complain about the increasing absence of life around us, shining with the afternoon sun. For many of us, the sadness was deeper, because we understood that we are altering the environment at a rate much faster than we might think. We all knew in advance that there was any contamination on Yarinacocha, and aquatic species are increasingly away, but we never imagined we would come to this point: having to hobnob with death, feel the aroma and feel their presence. None of those who were on the boat appreciated before this reality for our water, completely transformed in a few years. We started to shuffle possibilities, and we stayed with that seemed most logical: the reckless poisoning of fish-poisoning or other substance, as alleged best way to catch them. And then the biker gave us some details that could help to decipher the truth: it appears that this species, which inhabit the tributaries and rivers near our lake, was thrown there by someone who, frightened by the voice of conscience , wanted to get rid of the sample of his crime. And this death did not serve even for the benefit of other species as it is potentially poisonous fish, no bird, heron or dare to fly the bodies.

What is happening to us? If the lake is the main source of pride for all Pucallpa, we show that this feeling is genuine and truly committed to their preservation, and arrangement of ornament which by the way, often seems unhealthy and chaotic, and further highlight the natural attraction, it becomes frightening and serves to scare away the tourists. And that is, to a greater extent the responsibility of our authorities. Promises of receipt of this gift of nature should not remain just that: they must transcend beyond the words, programs and measures to monetarily punish those who destroy our environment, and with prizes for those who contribute to its preservation. Also part of this responsibility rests with employers whose businesses benefit from our lake. They must ensure that the waters do not become uninhabitable with the discharge of wastewater, and are also responsible for reducing pollution levels. Their work, in collaboration with our government and society in general, should focus on positive activities, which could be made even in a day of commemoration for our lake, or a whole week where work is done for her, and promote sports, cooking contests and science fairs and reforestation, among others. But this is not possible if the water level drops every year. Therefore, to avoid the rain - in short, the main contributor to our rivers are less scarce and / or space, we should avoid the indiscriminate felling of trees, and the reckless burning of secondary forest, no trees because the watershed is a river without water. Otherwise, the other conservation measures will be for naught.
Hopefully this time I understand. Failure to do so, all that is left to feel nostalgic about ten years ago, unlike now, there was a place where life flowed in torrents, to the bewilderment of future generations who may not understand why the sadness overwhelms us to remember something they never saw.
© article Barreto Oscar Enrique Linares.

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